Imagínese que su empresa no puede presentar una autoliquidación debido a que han sufrido un ciberataque.

Debe presentar inmediatamente una denuncia por la pérdida de información y adjuntar las facturas demostrando que su empresa estaba usando cortafuegos, antivirus, etc. para combatir la perdida de datos.

De esta manera, quedará demostrado que la no presentación se trata de una situación excepcional y Hacienda no podrá ni sancionar ni imponer un recargo por estar fuera de plazo.